tão pertos e tão distantes por conta dos muros de silêncio, farpados, arrogantes... que imagens belas para dar significado a tantas coisas envolvidas numa relação como esta...
Agradeço-lhe muito o ter colocado este meu poema "Muros" no seu blog. E aproveito, se me permite, para agradecer os comentários de Jefferson Bessa, Janaina Amado, paulinho assunção (cujo blog acompanho e de cujo primeiro livro que li, por indicação de João Barrento, foi o seu "Pequeno tratado sobre as ilusões", uma autêntica delícia literária), e de Adriano Nunes. Caro António Cícero, comecei ontem a ler, mas é uma leitura que requer uma outra disponibilidade mental, o seu recente livro publicado aqui em Portugal pela editora Quasi,"O Mundo desde O Fim". Dado que também tirei o curso de filosofia,tem-me sido um modo original e profundo de voltar a Descartes. Obrigado por tudo,
De niño, entre las pobres guaridas de la tierra, quieto en ángulo oscuro, buscaba en ti, encendida guirnalda, mis auroras futuras y furtivos nocturnos, y en ti los vislumbraba, naturales y exactos, también libres y fieles, a semejanza mía, a semejanza tuya, eterna soledad.
Me perdí luego por la tierra injusta como quien busca amigos o ignorados amantes; diverso con el mundo, fui luz serena y anhelo desbocado, y en la lluvia sombría o en el sol evidente quería una verdad que a ti te traicionase, olvidando en mi afán cómo las alas fugitivas su propia nube crean.
Y al velarse a mis ojos con nubes sobre nubes de otoño desbordado la luz de aquellos días en ti misma entrevistos, te negué por bien poco; por menudos amores ni ciertos ni fingidos, por quietas amistades de sillón y de gesto, por un nombre de reducida cola en un mundo fantasma, por los viejos placeres prohibidos, como los permitidos nauseabundos, útiles solamente para el elegante salón susurrado, en bocas de mentira y palabras de hielo.
Por ti me encuentro ahora el eco de la antigua persona que yo fui, que yo mismo manché con aquellas juveniles traiciones; por ti me encuentro ahora, constelados hallazgos, limpios de otro deseo, el sol, mi dios, la noche rumorosa, la lluvia, intimidad de siempre, el bosque y su alentar pagano, el mar, el mar como su nombre hermoso; y sobre todo ellos, cuerpo oscuro y esbelto, te encuentro a ti, tú, soledad tan mía, y tú me das fuerza y debilidad como el ave cansada los brazos de la piedra.
Acodado al balcón miro insaciable el oleaje, oigo sus oscuras imprecaciones, contemplo sus blancas caricias; y erguido desde cuna vigilante soy en la noche un diamante que gira advirtiendo a los hombres, por quienes vivo, aun cuando no los vea; y así, lejos de ellos, ya olvidados sus nombres, los amo en muchedumbres, roncas y violentas como el mar, mi morada, puras ante la espera de una revolución ardiente o rendidas y dóciles, como el mar sabe serlo cuando toca la hora de reposo que su fuerza conquista.
Tú, verdad solitaria, transparente pasión, mi soledad de siempre, eres inmenso abrazo; el sol, el mar, la oscuridad, la estepa, el hombre y su deseo, la airada muchedumbre, ¿qué son sino tú misma?
Por ti, mi soledad, los busqué un día; en ti, mi soledad, los amo ahora.
O que mais achei interessante no poema foi a quebra de estrofes construída por meio do enjambement: "silêncio // de permeio". A divisão "subjetiva" dos sujeitos é construída "fisicamente", no poema, pela separação das palavras na frase. Só faz isso poetas que conhecem do negócio.
Permita-me que aproveite o seu blog para continuar a agradecer a todos aqueles que leram e com os seus comentário enriqueceram este meu poema "Muros". E particularmente para pedir desculpa ao paulinho sabino, que de facto confundi com o paulinho assunção (mas sem retirar uma vírgula que seja sobre o que disse sobre o paulinho assunção, um escritor de que muito gosto e que acompanho também no seu blog). Obrigado por tudo,
Um texto conciso e que abre muitas possibilidades de leitura (muros). Muito bom! Lindo poema!
ResponderExcluirAbraços.
Jefferson
Cícero, cada vez gosto mais dos poemas de Domingos da Mota (que conheci aqui, no seu blog).
ResponderExcluirmaravilha de poema!
ResponderExcluirtão pertos e tão distantes por conta dos muros de silêncio, farpados, arrogantes... que imagens belas para dar significado a tantas coisas envolvidas numa relação como esta...
adorei!
beijo!
Cicero,
ResponderExcluirParabéns pela postagem. O poema de Domingos da Mota é belo, uma preciosidade.
Abraço forte!
Adriano Nunes.
Ah a doce arte de dizer tanto com poucas letras... Dá-lhe Domingos!
ResponderExcluirParabéns!!!beijos poéticos,
tantas palavras. qual é mesmo a serventia?
ResponderExcluirAntonio,
ResponderExcluirBelo poema! Quantos muros?
***MOTIVO*** (PARA ADRIANO NUNES)
Entre meus pensamentos, vibra o teu
Sentimento mais lindo, o teu poema
De menino delicado, sonho apenas
De bardo dedicado, de mil eus.
Entre esses versos vãos, vive meu ser
Sequestrado por ti, sem coração,
Sentenciado assim: por que razão
Devo a ti devolver a luz pra ver
Todos os teus sonetos devastarem
Minha contemplação? Minha alegria
Frágil e frustrada? Desvantagem
Distorcida, despida, que viria
Descobrir o meu mundo, sem viagem,
Sem voltas, sem os véus da Poesia.
Beijos,
Cecile.
Caro poetósofo Antonio Cícero,
ResponderExcluirAgradeço-lhe muito o ter colocado este meu poema "Muros" no seu blog.
E aproveito, se me permite, para agradecer os comentários de Jefferson Bessa, Janaina Amado,
paulinho assunção (cujo blog acompanho e de cujo primeiro livro que li, por indicação de João Barrento, foi o seu "Pequeno tratado sobre as ilusões", uma autêntica delícia literária), e de Adriano Nunes.
Caro António Cícero, comecei ontem a ler, mas é uma leitura que requer uma outra disponibilidade mental, o seu recente livro publicado aqui em Portugal pela editora Quasi,"O Mundo desde O Fim".
Dado que também tirei o curso de filosofia,tem-me sido um modo original e profundo de voltar a Descartes.
Obrigado por tudo,
Domingos da Mota
Soliloquio del Farero
ResponderExcluirCómo llenarte, soledad,
sino contigo misma.
De niño, entre las pobres guaridas de la tierra,
quieto en ángulo oscuro,
buscaba en ti, encendida guirnalda,
mis auroras futuras y furtivos nocturnos,
y en ti los vislumbraba,
naturales y exactos, también libres y fieles,
a semejanza mía,
a semejanza tuya, eterna soledad.
Me perdí luego por la tierra injusta
como quien busca amigos o ignorados amantes;
diverso con el mundo,
fui luz serena y anhelo desbocado,
y en la lluvia sombría o en el sol evidente
quería una verdad que a ti te traicionase,
olvidando en mi afán
cómo las alas fugitivas su propia nube crean.
Y al velarse a mis ojos
con nubes sobre nubes de otoño desbordado
la luz de aquellos días en ti misma entrevistos,
te negué por bien poco;
por menudos amores ni ciertos ni fingidos,
por quietas amistades de sillón y de gesto,
por un nombre de reducida cola en un mundo fantasma,
por los viejos placeres prohibidos,
como los permitidos nauseabundos,
útiles solamente para el elegante salón susurrado,
en bocas de mentira y palabras de hielo.
Por ti me encuentro ahora el eco de la antigua persona
que yo fui,
que yo mismo manché con aquellas juveniles traiciones;
por ti me encuentro ahora, constelados hallazgos,
limpios de otro deseo,
el sol, mi dios, la noche rumorosa,
la lluvia, intimidad de siempre,
el bosque y su alentar pagano,
el mar, el mar como su nombre hermoso;
y sobre todo ellos,
cuerpo oscuro y esbelto,
te encuentro a ti, tú, soledad tan mía,
y tú me das fuerza y debilidad
como el ave cansada los brazos de la piedra.
Acodado al balcón miro insaciable el oleaje,
oigo sus oscuras imprecaciones,
contemplo sus blancas caricias;
y erguido desde cuna vigilante
soy en la noche un diamante que gira advirtiendo a los hombres,
por quienes vivo, aun cuando no los vea;
y así, lejos de ellos,
ya olvidados sus nombres, los amo en muchedumbres,
roncas y violentas como el mar, mi morada,
puras ante la espera de una revolución ardiente
o rendidas y dóciles, como el mar sabe serlo
cuando toca la hora de reposo que su fuerza conquista.
Tú, verdad solitaria,
transparente pasión, mi soledad de siempre,
eres inmenso abrazo;
el sol, el mar,
la oscuridad, la estepa,
el hombre y su deseo,
la airada muchedumbre,
¿qué son sino tú misma?
Por ti, mi soledad, los busqué un día;
en ti, mi soledad, los amo ahora.
domingos da mota,
ResponderExcluirna verdade, o paulinho que escreveu o comentário acima não é o assunção, e sim o sabino. não sou o responsável pelo texto citado por você.
de qualquer maneira, fico feliz em saber que o autor do poema gostou do meu comentário.
abraço grande.
O que mais achei interessante no poema foi a quebra de estrofes construída por meio do enjambement: "silêncio // de permeio".
ResponderExcluirA divisão "subjetiva" dos sujeitos é construída "fisicamente", no poema, pela separação das palavras na frase.
Só faz isso poetas que conhecem do negócio.
Abbracci,
Paulo de Toledo
Caro António Cícero,
ResponderExcluirPermita-me que aproveite o seu blog para continuar a agradecer a todos aqueles que leram e com os seus comentário enriqueceram este meu poema "Muros".
E particularmente para pedir desculpa ao paulinho sabino, que de facto confundi com o paulinho assunção (mas sem retirar uma vírgula que seja sobre o que disse sobre o paulinho assunção, um escritor de que muito gosto e que acompanho também no seu blog).
Obrigado por tudo,
Domingos da Mota